El Estrés y la Ansiedad:
Herramientas Funcionales para Manejarlas
Norma Traslosheros
El estrés y la ansiedad son respuestas naturales y necesarias en nuestras vidas. Son mecanismos que nos ayudan a enfrentar desafíos y a adaptarnos. Sin embargo, cuando no sabemos manejarlos, pueden afectar nuestra salud y bienestar. En este artículo, exploraremos qué son el estrés y la ansiedad, cómo abordarlos de manera saludable, y por qué volver a lo básico es clave para manejar estas emociones en un mundo lleno de distracciones.
El estrés, cuando es percibido como un aliado, puede motivarnos a actuar y resolver problemas. Sin embargo, si se vuelve crónico, en lugar de ser útil, puede generar síntomas como fatiga, irritabilidad, dolores de cabeza y problemas de concentración, afectando tanto nuestra salud física como mental. El estrés es una respuesta fisiológica ante situaciones que percibimos como desafiantes o amenazantes. Nuestro cuerpo se activa para enfrentar estos retos, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina, que nos preparan para la acción. Este mecanismo es útil para afrontar situaciones a corto plazo, pero cuando el estrés se prolonga o se acumula, puede afectar tanto nuestra salud física como mental.
La ansiedad es la respuesta ante una posible amenaza en el futuro. Mientras que el estrés está relacionado con una situación presente, la ansiedad se enfoca en lo que podría suceder y la clave es saber que el futuro no existe. Aunque es una respuesta natural que nos prepara para evitar peligros, cuando se vuelve excesiva o persistente, puede afectar nuestra calidad de vida ya que estamos abrumados por preocupaciones constantes.
Se genera por sentir algo que no estamos pudiendo expresar correctamente, por eso la sensación en el cuerpo es como algo que palpita, que da pequeños golpes o nos hace movernos inconscientemente y sin poder parar; se presenta nerviosismo, una sensación de inquietud; y cuando es un caso extremo puede llegar incluso a paralizarnos y podemos experimentar dificultades para respirar.
Ambos, el estrés y la ansiedad tienen una función crucial: nos preparan para actuar en situaciones que demandan nuestra atención y respuesta. Sin embargo, es esencial aprender a manejarlos para que no nos desborden y nos debiliten, finalmente tanto el estrés como la ansiedad son grandes fuentes de energía. Usarlas favorablemente, nos habilita para crecer y superar cualquier reto.
Cuando sentimos que el estrés o la ansiedad nos superan, es fundamental hacer un alto total y aplicar estrategias que nos ayuden a recobrar y a restablecer tu centro.
Utiliza la técnica de respiración 4-4-4-4: inhala, sostén la respiración, exhala y vuelve a sostener durante 4 segundos respectivamente. Esta técnica simple calma el sistema nervioso, disminuye la frecuencia cardíaca y ayuda a centrar tu mente en el presente, lo que reduce tanto el estrés como la ansiedad.
Las emociones son mensajes, aprende a distinguirlas y a escuchar ese mensaje. Las emociones son herramientas de adaptación y no existen emociones buenas o malas, todas son valiosas, aprende a utilizarlas a favor.
Recuerda que lo que te dices genera el escenario desde el cuál actuarás. Todos los eventos son neutrales, pero tú decides cómo percibirlos y cómo responder ante ellos. Tanto organizar tus pensamientos y tareas puede ayudarte a restablecer el control. Haz una lista de tus prioridades y divídelas en pasos más manejables. Hablarte amablemente y mantenerte positivo te dará motivación para continuar.
Abre tu mente y busca alternativas; recuerda, que dónde enfocas tu atención es a donde diriges tu energía. Sé la solución, no parte del problema.
El estrés y la ansiedad nos hacen sentirnos aislados, pero compartir lo que sentimos con amigos o familiares puede aliviarnos enormemente. Somos seres sociables y nos necesitamos los unos a los otros. Esta conexión humana estimula la oxitocina, una hormona que reduce el estrés y mejora nuestro estado de ánimo.
El diagrama muestra emociones primarias en el centro y sus manifestaciones alrededor, permitiendo analizar las emociones en ambas direcciones. De adentro hacia afuera, puedes identificar un sentimiento primario, como el miedo, y rastrear sus efectos, como la preocupación. De afuera hacia adentro, puedes detectar un comportamiento, como el aislamiento, y descubrir la emoción de origen, como la tristeza. Esta herramienta ayuda a generar conciencia, mejorar patrones de conducta y facilitar la gestión emocional para el crecimiento personal.
Círculo de las Emociones
¿Qué es lo que realmente estoy sintiendo?
En conclusión, el estrés y la ansiedad, cuando se manejan adecuadamente, pueden ser herramientas poderosas para el crecimiento personal y la superación de desafíos. Es crucial aprender a gestionarlos antes de que se conviertan en factores perjudiciales para nuestro bienestar. A través de estrategias como la respiración consciente, la identificación de emociones, el enfoque en soluciones y el apoyo social, podemos mantener el control y usar estas emociones de manera constructiva en nuestra vida diaria.
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