Cuídate en cada etapa Obesidad es la epidemia del s. XXI Por: Mtra. Esther Schiffman Selechnik, Dr. Alberto Acosta y Mtra. Paola Barriguete La obesidad se define como la acumulación anormal o excesiva de grasa o tejido adiposo en relación con el peso corporal que puede ser perjudicial para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos internacionales, han considerado a la obesidad como la epidemia del siglo XXI debido a las diversas enfermedades que se han asociado a ella y lo complejo de su origen, ya que puede haber 10 personas con el mismo grado de obesidad, pero cada una de ellas tener una historia y manifestaciones muy distintas. De ahí que el tratamiento de la obesidad sea tan complejo y las estrategias actuales tan poco efectivas. La obesidad no debe verse como algo simple o meramente estético, sino como un problema que va creciendo lenta y silenciosamente en el organismo hasta que se convierte en el origen de diversas enfermedades crónicas. Lo que sí se sabe es que una vez establecida, provoca una alteración en el metabolismo de la persona, generando un círculo vicioso difícil de romper. De ahí la importancia de prevenirla. La Federación Mundial de la Obesidad argumenta que los alimentos con alta densidad energética (muchas calorías) son los principales agentes detonantes junto con otros factores como el sedentarismo, que interactúan con la susceptibilidad genética de la persona. Aunque por muchos años no da problemas aparentes, hay algunos signos y síntomas muy característicos como la resistencia a la insulina, las alteraciones de las señales hormonales que regulan la saciedad y el apetito y la hipertensión arterial, entre otras. La obesidad se ha asociado en miles de estudios en todo el mundo con el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, el cáncer, el síndrome de hipoapnea del sueño (SAHOS), problemas osteoarticulares, problemas reproductivos, ansiedad y depresión, entre otras situaciones muy comunes en la actualidad. Referencias Aunque su tratamiento es complicado y requiere del cambio gradual a hábitos más saludables, lo ideal es prevenirla en las próximas generaciones con los siguientes factores protectores: ganancia de peso normal en el embarazo (ni menos ni más, dependiendo del peso pre-gestacional de la madre), nacimiento del bebé por vía vaginal, lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida, dieta isoproteica de los niños pequeños (el exceso de proteínas parece favorecer la obesidad en etapas posteriores), alimentación complementaria adecuada a partir del sexto mes de vida, dieta correcta en familia, sueño reparador y la realización de actividad física regular. La obesidad no puede verse como una cuestión estética, sino como un factor de riesgo para diversas enfermedades crónicas. Identifica los ambientes obesogénicos. | 09 08 | www.viveenbalance.com.mx Mídete Mídete
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